
Las vacaciones escolares en España son largas, hablamos de aproximadamente 10 semanas en las que los papás y mamás hemos de organizarnos muy bien y ser creativos para tener vacaciones, tiempo en familia, trabajar, conciliar y que los peques estén entretenidos. En este periodo vacacional, como en otras circunstancias en la vida, opino que el punto medio de virtud es el ideal en cuanto a la agenda infantil.
Evidentemente es un tiempo para bajar el ritmo, descansar, disfrutar y hacer un poco el vago. No conviene recargar la agenda con mil actividades, ya que además los peques altamente sensibles, como ya sabemos, se saturan con facilidad y necesitan su tiempo de juego libre relajado y pausas. Por otro lado, es verdad que hablamos de un buen número de semanas, que se pueden aprovechar para ofrecerles actividades útiles y entretenidas. Y es que muchos de los niños de estas nuevas generaciones se pasarían las horas muertas delante de una pantalla jugando a algún juego que no les aporta gran cosa. Por ello, valorar otras opciones para recortar ese tiempo de exposición improductivo, me parece algo interesante como madre.
A continuación, comparto contigo algunas ideas de actividades para la agenda veraniega de tu peque altamente sensible:
1-Creatividad fruto del aburrimiento: cuando los/as niños/as tienen un acceso limitado a las pantallas en la agenda diaria y se aburren porque no saben qué hacer con su tiempo libre, se abre la oportunidad para la creatividad. Como quizás hayas observado, los niños que presentan este rasgo de personalidad son especialmente creativos, así que poder fomentarla es algo fantástico. En parte, esta creatividad está vinculada con el hecho de que los niños altamente sensibles reciben un 10% más de información del entorno que el resto de los niños, mediante los 5 sentidos. Pueden hacer dibujos, manualidades, construcciones, inventar juegos, etc.
2- ¡Viva el deporte!: está claro que el deporte rey del verano es la natación, ya que una buena piscina con agua fresca nos ayuda a combatir el calor. Para mí como madre es un deporte imprescindible porque me da tranquilidad saber que nada bien y que puede disfrutar del agua sin ahogarse. Por este motivo pasamos varios veranos con clases de natación hasta que llegó a tener un nivel suficientemente autónomo.
3-Disfrutar de la lectura: leer en papel ya no está muy de moda, pero sigue siendo una buena práctica para cuidar la vista y disfrutar sin pantallas de una historia con la que pasar un buen rato. Cuanto más lean nuestros peques altamente sensibles, mejor escribirán, reduciendo paulatinamente las faltas de ortografía. También es una buena idea para fomentar la creatividad, ya que puede inspirarles para crear sus propias historias. Hay cientos de libros en librerías públicas a nuestra disposición de forma gratuita.
4-Cuadernos de vacaciones: durante estas 10 semanas de parón educativo se les pueden olvidar contenidos importantes de cara al siguiente curso. Por eso, los cuadernos de vacaciones son un excelente recurso de entretenimiento y repaso. Hay varias opciones tanto en librerías como en grandes superficies. Muchos de estos cuadernos son amenos y lúdicos. Con sólo 15 minutos al día de dedicación a alguna de las asignaturas troncales, cuyos contenidos encontramos en este tipo de cuadernos, podremos ver una diferencia de cara al siguiente curso. Así no se perderán ni aburrirán en la vuelta al colegio porque no se acuerdan de contenidos claves sobre los que se asientan los nuevos aprendizajes.
5- Música al poder: muchos niños altamente sensibles disfrutan la música y tienen talento para ella. Creo que uno de los efectos positivos que tiene es que les ayuda a sublimar y despejarse cuando están saturados. Se meten en ella y fluyen.
¿Con qué actividad disfruta tu peque en verano?
Te leo con atención. Rosario Jiménez. Coach para PAS